domingo, 23 de noviembre de 2008

El peso del prefijo

El juego verde, es una meritocracia, se le vea por donde se le vea. Y ostentar un prefijo per sé, es motivo de envida, denostación, quizá admiración —no lo sé— y en general de las más variopintas sensaciones. Algo es un hecho: El prefijo pesa.

A muchos usuarios les impone de cierto modo verlo en las conferencias; tienen la misma reacción que tienen muchos al ver una patrulla, y no es para menos. Cada tanto, alguien pregunta ¿Cómo le hago para ser GM? Y obtiene respuestas genéricas, (aportando a la comunidad, destacando en wara wara, etc.); respuestas de odio (siendo lamebotas, o amiguito del staff en turno); Muchos incluso profieren insultos, y consideran que los GMs se sienten poderosos, se sienten con la sartén por el mango, o simplemente se sienten superiores. Nada más falso.

El prefijo a veces es una dura carga, y rara vez es una ventaja. Un usuario común puede no conectarse en días, y no importa. Un worker no. Un usuario puede responder como quiere, un worker no. Un usuario puede opinar como guste, y su opinión será sólo su opinión. La opinión de un trabajador en cambio, puede ser sacada de contexto, usada en su contra un millón de veces, y estorba mucho a la hora de tratar de establecer una postura. A los trabajadores se nos dice que "debemos reforzar la regla, incluso si no estamos de acuerdo con ella", los usuarios pueden buscar mil y una formas de salirse por la tangente.

Obviamente, no todo es drama, o nadie sería voluntario en este juego. Pero como dijo el tío Ben, ese gran poder implica una gran responsabilidad. Y no siempre es fácil de llevar. Porque muchos de los usuarios que ostentan un prefijo, no comprenden que el respeto no se gana sembrando el terror a botonazo limpio, sino siendo siempre congruente. Suena simple, aunque en la práctica siempre es algo más complicado. Los voluntarios en ligas con pocos usarios, rara vez pulsamos los botones mecánicamente, con estricto apego a las reglas, que de por sí son ambiguas, y apelan al —tan siempre subjetivo— criterio. Sabemos que debajo de ese botonazo, está un usuario que para bien o para mal, es un apasionado del juego, y que quizá esa misma pasión le ha llevado a cometer errores, o simplemente a violar las sacrosantas reglas.

Se dice que nosotros juzgamos, y que a nosotros nadie nos juzga; aunque en realidad, tengamos a un montón de colegas y al big brother sverigo con la mirada siempre puesta sobre nosotros; eso, y la percepción generalizada de la comunidad (buena o mala) es un examen bastante más duro de lo que algunos imaginan.